Después de realizar el procedimiento de extracción de la muela del juicio, debemos tomar en cuenta ciertos cuidados para conseguir una recuperación satisfactoria. Si te han realizado esta intervención quirúrgica, el siguiente artículo te ayudará a tomar las acciones necesarias; te recomendamos leerla detenidamente.

¿Por qué se realiza la extracción de las muelas del juicio?

Se denominan muelas del juicio o terceros molares a las últimas piezas dentales que emergen de las encías, en la zona posterior de la cavidad bucal. Suelen aparecer entre los 17 y 25 años de edad. Algunas personas no terminan por desarrollar estas muelas, usualmente llegan a salir cuatro, una en cada una de las esquina de la boca.  

Son muchos los casos en los que la muela del juicio no representa ningún problema para el paciente, por lo que no es necesaria su extracción. Sin embargo, existen circunstancias en las que estas piezas dentales causan dolor, hinchazón o ejercen presión sobre la dentadura conforme van apareciendo, por lo que el cirujano dental y maxilofacial puede recomendar su extracción inmediata.   

También, se dan casos en los que la muela está atrapada dentro de la encía y no puede salir o la misma está creciendo en un ángulo equivocado. En estos casos, el procedimiento de extracción quirúrgica de la muela del juicio puede ser la solución para gozar de una salud dental plena.

¿Qué esperar después del procedimiento de exodoncia?

Una vez realizada la operación, es usual que se produzca un sangrado durante las horas posteriores al procedimiento. Además, es probable que los tejidos blandos de la cavidad oral presenten algunas contusiones y que la zona externa del rostro luzca hinchada durante varios días después de la intervención.

A fin de favorecer el proceso de recuperación, se recomienda mantener un cuidado especial en la zona de la herida, así como ingerir alimentos ligeros lo suficientemente nutritivos como para que ayuden a la cicatrización de la misma.

El tiempo en que se produce la recuperación total post operación suele durar varios meses. Durante ese tiempo, se cumplen distintas etapas que van desde la formación de un coágulo de sangre dentro del alvéolo a las pocas horas de finalizada la intervención, hasta la cicatrización completa de la encía.

¿Cuáles son los riesgos relacionados a esta intervención quirúrgica?

Algunos riesgos asociados a la extracción de la muela del juicio están relacionados con el dolor e hinchazón en toda el área en la que ha sido efectuada la intervención quirúrgica, así como un sagrado que se mantiene durante las primeras 24 horas posteriores. Además, este procedimiento puede causar una cierta rigidez de los músculos de la mandíbula, denominada trismo dental.   

En caso de complicación, es posible que se genere una inflamación dolorosa denominada alveolitis seca, que consiste en la pérdida temprana del coágulo de sangre, dejando expuesto al alvéolo. Los riesgos más extremos están relacionados con el entumecimiento de la boca, fractura de mandíbula o daños en la cavidad del seno paranasal, cuando se trata de la extracción de la muela del juicio del maxilar superior.      

Es por ello que resulta fundamental establecer los cuidados necesarios después de la extracción de la muela del juicio, en especial durante los primeros días que son los más críticos.  

¿Qué cuidados se deben tener después de la extracción de la muela del juicio?

Mantener controlado el sangrado

  • Después de finalizada la operación, es imprescindible mantener controlado el sangrado. Para conseguirlo, se deberá tener mordido el apósito de gasa colocado para comprimir la herida, aplicando una presión constante. En unas pocas horas, el sangrado habrá cesado, aunque puede que siga brotando algo de sangre por algunos días más.  

Controlar el dolor

  • Es preciso también controlar el dolor con los medicamentos recetados por el cirujano dental. se tendrá que seguir al pie de la letra las indicaciones en cuanto a la cantidad y horario de cada toma. Con los analgésicos recetados disminuiremos el dolor, mientras que con los antibióticos, en caso sean indicados, conseguiremos prevenir las infecciones.  

Controlar la hinchazón

  • Si la hinchazón no disminuye, se podrá aplicar compresas frías en la mejilla en intervalos de cinco minutos. Los líquidos fríos ayudarán a controlar la hinchazón con mayor rapidez. Por el contrario, las bebidas calientes incrementan el riesgo de reactivar el sangrado y aumentar la hinchazón.  

Evitar el cepillado durante el primer día.

  • Además, el procedimiento de exodoncia aumenta el riesgo de infección por lo que es necesario cuidar la herida y mantenerla libre de bacterias. A fin de prevenir el desprendimiento del coágulo de sangre en el alvéolo, hay que evitar el cepillado de los dientes durante el primer día. Tampoco se debe forzar la boca consumiendo alimentos sólidos ni consumir líquidos con pajitas ya que la aspiración puede remover el coágulo.  

Descansar

  • Es recomendable haber programado sus actividades de forma tal que, después de la extracción, pueda disponer del tiempo suficiente como para descansar, al menos, durante las siguientes 24 horas.

Consumo gradual de alimentos

  • El consumo de alimentos deberá ser gradual; conforme avancen los días, podrá pasar de los líquidos fríos a ingerir alimentos blandos como purés y licuados. Poco a poco, irá probando la posibilidad de comer alimentos más sólidos, siempre, cuidando de no forzar la herida.  

Pasadas las primeras 24 horas, ya podremos cepillar los dientes y usar seda dental con mucho cuidado, manteniendo aseada el área de la herida.  

Demás está decir que no se deberán consumir bebidas alcohólicas ni cigarrillos, por lo menos durante el tiempo que dure la cicatrización de la herida. El consumo de estos productos puede extender el periodo de recuperación y dejar a la herida expuesta a infecciones.

En situaciones en las que no baje la hinchazón durante varios días, se presente una hemorragia incontrolable o el dolor persista y no pueda ser disminuido con los analgésicos, es conveniente comunicarse cuanto antes con el dentista o cirujano dental, quien le brindará las indicaciones necesarias para encaminar la recuperación.