El cuidado de la salud bucal en los niños es parte importante de su bienestar integral, es por ello que resulta indispensable llevarlos al especialista desde temprana edad, a fin de evitar problemas de caries y cualquier otra complicación bucodental. El área encargada de resolver diversos tipos de patologías dentales en edad infantil es denominada odontopediatría y sobre ella vamos a tratar en este artículo.
Llevar a un niño al dentista puede resultar una tarea sumamente complicada. Es común que los menores se asusten al momento en que un especialista esté revisando sus dientes y es una escena habitual ver a los padres lidiando con sus hijos para mantenerlos sentados y quietos en el sillón de un odontólogo. El tratamiento dental para niños requiere de un especialista. He ahí la importancia del odontopediatra para facilitar esta labor.
La importancia de la odontopediatría
El odontopediatra es un dentista especializado en el cuidado dental de los niños, que realiza su trabajo a través de procedimientos especiales con la finalidad de hacer la labor lo menos traumática posible para los menores, ayudando a mantenerlos distraídos y libres de tensiones.
Hasta hace unos pocos años, los dentistas recomendaban a los padres llevar a sus hijos a una primera consulta odontológica nada más completar la primera dentición, esto era promediando los tres años de edad. Hoy en día, la recomendación es llevarlos al cumplir los doce primeros meses de vida, debido a la alta incidencia de caries en niños menores de dos años. De ahí la importancia de la odontopediatría como especialización de la odontología para tratar estos casos.
En la mayoría de las situaciones, los niños reciben un tratamiento convencional por parte del odontopediatra, quien solo toma en cuenta algunos aspectos específicos como el manejo de la conducta del menor y el uso de anestesia local en caso de ser necesario. No obstante, el estrés y la ansiedad de algunos niños los obliga a poner en práctica otras medidas destinadas a disminuirles el miedo y controlar el nivel de dolor a través de procedimientos especiales, como la sedación consciente.
A través de la sedación consciente, es posible realizarle tratamientos dentales al niño cuando las circunstancias, tanto del propio menor como del procedimiento mismo, hacen que sea complicado llevarlos en práctica de forma segura e indolora. Con la sedación consciente se puede ayudar al pequeño a superar su miedo al dentista, en especial, cuando son sus primeras experiencias en un consultorio odontológico.
La odontopediatría, además, se encarga de identificar cualquier posible anomalía en la posición de los maxilares y de remitir esos casos al ortodoncista para que inicie un tratamiento de ortodoncia en caso que sea necesario.
Tratamiento dental para niños o odontopediatría:
Son numerosas las enfermedades bucodentales que se pueden presentar en un niño; entre ellas, las más comunes son ciertas anomalías en la estructura dental, caries dentales, alteraciones del color de los dientes, variación en el número de piezas dentales, traumatismos, maloclusiones y distintos tipos de trastornos. Para cada una de estas patologías, existe un tratamiento específico que pone en práctica el odontopediatra.
De todos ellos, la pulpectomía es, tal vez, uno de los tratamientos más habituales entre los niños. Consiste en la eliminación de la pulpa dentaria, es decir, la exclusión del nervio, la arteria y la vena que se encuentran dentro del diente de leche del pequeño. Es un tratamiento similar al de la endodoncia en los adultos, con la diferencia que, en este caso, se trata de un diente de leche. Este procedimiento es realizado cuando, por uno u otro motivo, la muela ha sido seriamente dañada. La pulpectomía es muy importante ya que permite mantener a salvo la muela, aunque, en ciertos casos, la extracción es inminente.
El tratamiento contra las caries también es habitual en las consultas de odontopediatría. En este caso, se realiza una obturación o colocación de empaste dental con el fin de evitar que la caries afecte al nervio. Para un mayor cuidado de los dientes y con fines preventivos, el odontopediatra puede, también, realizar la aplicación de flúor; de esa forma, se consigue darle una mayor resistencia al esmalte de los dientes.
Otra de las intervenciones más frecuentes en niños es el sellado de fosas y fisuras, que tiene como finalidad rellenar aquellos surcos que suelen aparecer en la superficie de los dientes para prevenir la acumulación de bacterias. Es uno de los tratamientos más sencillos que ayudan a proteger los dientes de la aparición de caries.
Pautas para el cuidado de los dientes en los niños
Aun cuando tengan dientes de leche y con el fin de prevenir cualquier problema bucodental futuro, es fundamental enseñarles a los niños, desde muy pequeños, los hábitos de higiene que deben llevar a cabo todos los días. De este cuidado inicial va a depender, en gran medida, la salud de las piezas dentales permanentes; por ello, es primordial que aprendan cuestiones básicas de limpieza desde su infancia.
Desde la primera aparición de los dientes, es preciso dar inicio a un correcto cepillado. Para hacerlo de forma adecuada, se recomienda utilizar un cepillo de celdas blandas, diseñado especialmente para los niños. En el mercado existen pastas infantiles, que son suaves y poco abrasivas; se recomienda aplicar una cantidad mínima de este producto al momento del cepillado.
Es aconsejable ayudar en el cepillado a niños menores de 10 años. Se les deberá enseñar a cepillarse tanto la superficie de masticado como la lengua y las mejillas. El orden de limpieza de los dientes en importante ya que impide que alguna pieza se quede sin cepillar. El adulto deberá concientizar al niño respecto a la necesidad de mantener los dientes libres de caries y de acumulación de bacterias.
Resulta esencial llevar al niño al odontopediatra, por lo menos, una vez al año, para que el especialista lleve un control periódico del estado de sus dientes y de su salud bucodental. Además, corresponde a los padres enseñarles a sus hijos pequeños los hábitos de limpieza necesarios para una correcta prevención; el cuidado adecuado ayudará a prevenir cualquier tipo de enfermedad futura, permitiendo que sus dientes se desarrollen fuertes y sanos.